7 de julio de 2008


Libre… Pero Torcido.

Por Andrés Espejo Giacaman
Director Sede Providencia

Fue en el último verano, y mientras buscábamos un lugar para el Congreso PEC 2008, que caminando por las calles de Mendoza nos encontramos en la Plaza San Martin con una escena que nos llamó la atención. Justo en mitad de la plaza un árbol absolutamente “torcido” pero que tenía una “V” que hacia de apoyo para mantenerse erguido. En un perfecto argentino, Daniel Mahrt me dice: “Mirá Andrés, en la argentina no te limitan, sino que te apoyan cuando crecés…”. Sin más, tomé unas fotos pensando que en algún momento me podrían servir para ilustrar ciertas realidades que suceden con nuestra vida. No me equivoqué.


Muchas veces nuestra vida se comienza a empinar hacia dimensiones asombrosas, que sobrepasan nuestra propia imaginación. El follaje en la copa nos resulta prometedor y nos imaginamos un futuro sin límites. Seamos sinceros, mientras más crecemos más nos ilusionamos.

Ahora, sin ánimo de filosofar, este árbol me quedó en la retina, pensando en lo que implica crecer. Crecer no es fácil, demanda esfuerzo, dedicación, trabajo, visión y una serie de ingredientes más. Sin embargo, cuando llegamos a cierto punto, necesitamos de un “tutor”, un “consejero”, un “guía”. Es precisamente este el punto en el que este árbol me hizo detenerme. Por lo general nuestro deseo es crecer, desarrollarnos, mejorar, “hacernos un nombre”. Génesis 11:4. La pregunta es: ¿A qué precio? Podemos crecer, podemos ser grandes, pero Aquel que diseñó la vida, nos demanda aferrarnos a algo. No podemos crecer solos, necesitamos de un apoyo que nos proyecte en dirección de lo que queremos.

Cuando vi este árbol pensé: “es un árbol grande… pero torcido”. La ayuda que tenia era un apoyo que le permite crecer libremente, sin estorbo y mantener su línea de crecimiento. Torcida. Para muchos, este tipo de apoyo es ideal, les permite crecer sin presiones, dificultades o incomodidades, sin que afecte su “torcido estilo de vida”. Muchos son los casos que reflejan esto. Dios nos da su apoyo, su respaldo, nos ayuda a crecer, pero bajo ningún punto de vista nos dejará crecer torcidos, chuecos o desviados.

Por eso, cuando pedimos la ayuda de Dios, ¿qué buscamos? ¿Un apoyo o un tutor?

«No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno siembra lo que cosecha» Gálatas 6:7. NVI

Muchas veces buscamos de Dios lo que precisamente no obtenemos ¿Por qué? Su deseo es vernos crecer, pero Su esencia es dirigir nuestro crecimiento.

Si algo me gusta de Dios es que todo resulta sencillo cuando se entienden sus principios. Muchas veces queremos el PODER de DIOS, pero no Sus consejos, deseamos Su AMOR, pero no Su disciplina, Sus BENDICIONES, pero no Su mayordomía, en fin… queremos que Él nos apoye no que nos dirija.

Esto nos lleva a la última pregunta: ¿Ayuda o Tutor?

Creo que a eso se refiere: «Acérquense a mí, escuchen esto: Desde el principio, jamás hablé en secreto; cuando las cosas suceden, allí estoy yo. Y ahora el Señor omnipotente me ha enviado con su Espíritu. Así dice el Señor, tu Redentor, el Santo de Israel: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar». Isaías 48:16-17. NVI

Si algo me gusta del Señor, es que nos muestra las cosas de manera clara, resumiendo todo en un sólo mensaje: SÍGUEME.

Finalmente, cerca de la Plaza San Martín, en la mampara de un hotel se leía: “Vení, acercate, pasá y dejá que te cuidemos como vos te mereces”. (Hotel NH, Mendoza)

¡Que increíble! De un lado un árbol grande sin dirección ni control; del otro lado de la acera una invitación a ser tratados como gente especial. Se parece bastante a la vida ¿cierto?

8 comentarios:

Belén dijo...

Andrés,

Me gustó tu reflexión. Las fotos producen que todo quede aun más claro.
Invita a que meditemos respecto a la dirección que está tomando nuestra vida... Siendo muy necesario hacerlo.
Tal vez hoy, sería importante considerar este punto en nustra conversacion con el Señor, sobre todo porque hoy, como distrito, es el dia especial de intimidad y oración.

Dios te bendiga!,
Belén.

en honor a la verdad dijo...

Muy bueno y lo digo objetivamente... muy claro y realmente nos lleva a la reflexión acerca de lo que queremos y necesitamos.

Lolo

rodrigop-knowya dijo...

Claramente todos necesitamos quien nos guie para no perdernos o crecer torcidos.Me llama la atención que el SEñor, refiriendose a esto, usa la imagen "Pastor-Ovejas". El habla y ellas le obedecen. La que no lo oyó,probablemente yace en el barranco. REspecto a esto, "OIR" viene del Latin "OBAUDIRE" que significa "OBEDECER". ASi que debemos tener cuidado con a quien estamos OYENDO. Sólo la dulce y firme voz del SEñor nos llevará a donde El quiere que llegemos.

Rodrigo Peña
Gracias Andrés por la reflecciòn.

rodrigop-knowya dijo...

Hace un rato escribí mi comentario y cometí un error de ortografía que quiero corregir: es Reflexión y no REflección, así que perdon a todos. ( Maciel: especialmente a ti por el pequeño "dislate" gramatical!)

Bendiciones

Rodrigo Peña

ViLmus dijo...

Querido Andrés, Gran verdad...!

La segunda pregunta que surge dado el tema es: ¿Seremos árbol que sólo da sombra o también que da frutos...?

Y, que el ''abono'' del Señor para crecer sanos es fundamental. Su palabra.

Cuantas analogías provechozas podemos sacar de la vida misma, para ilustrar aquellas cosas que Dios nos viene enseñando desde hace tanto tiempo...La cuestión es poder verlas...No todos lo logran...

(Recordé el ejemplo de la parra del distrito...)

Bendiciones a ti y Lolo.

Anónimo dijo...

Notable lo de las fotografías. Alguna vez leí que este tipo de situaciones cotidianas, pero de profundo significado, podrían denominarse "experiencias proféticas", todos las hemos vivido, pero no siempre nos damos cuenta de ellas.

Nota para Rodrigo Peña: Te perdono el dislate.

Bendiciones a todos.

Maciel.-

Unknown dijo...

Sobre todo los que llegamos más viejitos, así conocimos al Señor, tal cual, como la fotografía, crecidos incorrectamente.

Soy una profunda agradecida de Dios por mis líderes, porque han ido enderezando lo torcido en mi, a través del Espíritu Santo, con paciencia y amor incondicional. La inclinación agota, porque no es un crecimiento natural. Ahora camino y me canso mucho menos, porque estoy más derecha.

Gracias Andrés, mi querido líder, porque siempre te dejas usar por el Señor. Ello, asegura tu dirección, haciendo más sencilla mi obediencia.

PD: Estéticamente el árbol no tiene ninguna belleza. Cuando Dios nos endereza, nos hermosea.

Anónimo dijo...

Andrés
El árbol alcanzo a crecer mucho, mi pregunta es ¿en que minuto se empezó a torcer, estaba muy solo, no tenía más arboles a su alrededor, poca firmeza?
definitivamente su raíz se vio afectada y llego el minuto que necesito de este bastón.
En nuestra vida es lo mismo, si no disponemos de un tutor que nos ayude y nos dé un buen consejo; cuando el árbol de nustra vida se ve afectado. Gracias por tener a nuestro Señor, su palabra y su Espíritu, que nos ayuda, corrige y endereza cuando lo necesitamos.

Dios les bendiga. Andrés y Lolo.

Janet Quiroz

Design by Dzelque Blogger Templates 2008

CENLIMI Providencia - escríbenos: cenlimiprovidencia@gmail.com