14 de diciembre de 2008


La Carretera del fracaso

Por Andrés Espejo G.
Director Distrito Providencia

Las personas son proclives a la rutina. Lo que hace que la gente entre en la Supercarretera del Fracaso es: un error común, un fracaso o un desorden. Pero los que se mantienen en esta tendencia no creen que sea problema de ellos. Esto se asemeja a aquellos conductores que escribieron las siguientes explicaciones acerca del por qué habrían sufrido un accidente:


• “Al llegar a una intersección, un arbusto apareció de pronto, dificultándome la visión”.

• “Un auto invisible salió de algún lugar, dio contra mi auto y luego desapareció”.

• “El poste de teléfono se acercaba a toda velocidad. Yo intenté salirme de su camino cuando me golpeó de frente”.

• “Atropellé al peatón cuando traté de evitar golpear el parachoques del auto que iba adelante”
.

Estas respuestas sólo representan nuestra actitud frente a la vida: Josh McDowell dijo: «Si siempre haces lo que siempre has hecho siempre serás lo que siempre has sido».

El Apóstol Santiago nos dice: «El Hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos». Santiago 1:8.

Muchas personas cometen errores pero se niegan a admitirlos. Ven cada obstáculo o error como una falta cometida por otra persona. «Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí» Génesis 3:8-13. Como resultado, las personas responden en una u otra de las maneras que veremos a continuación:

Estallar

Una de las reacciones que mantiene a las personas en el fracaso es la rabia. A la menor falta, la gente reacciona con exageración, echando su frustración sobre ellos mismos o sobre otros cerca de ellos. El enojo no controlado hace grandes los pequeños problemas. «Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra» Salmos 37:8-9.

Charles Buxton dijo: «El mal temperamento lleva en sí su propio castigo. Pocas cosas son más amargas que sentirse amargo. El hombre se contagia con su propio veneno más de lo que puede hacerle a su víctima». Si una persona no controla su temperamento, éste le controlará a ella.

Encubrir

Tratar de encubrir nuestros errores está en la naturaleza de las personas. Ej.: Nicholas Leeson, en 1995, después de 28 años de trabajar para el banco británico Barings, controlaba grandes sumas de dinero, las que trataba de aumentar a través de lo que se llamaba “inversión estilo casino”. Cuando las transacciones de Leeson resultaban en grandes pérdidas, él las cubría y hacia inversiones más riesgosas para tratar de recuperar las pérdidas. Los analistas dicen que era como un jugador de “doble o nada”. El problema fue que Leeson se fue quedando sin nada, a través de perdidas cada vez mayores. Finalmente, sus acciones le costaron al banco Barings 1,3 billones de dólares. Resultado: Ni más ni menos que puso fin a uno de los bancos más antiguos del mundo.

«El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia» Proverbios 28:13.

Aceleración

A veces tratamos de dejar nuestros problemas atrás a través del trabajo duro y rápido, pero sin cambiar de dirección. El codueño de la corporación MediaNews Group Inc., William Dean Singleton dice: «Demasiada gente, cuando comete una falta, trata tercamente de seguir adelante cometiendo siempre el mismo error. Yo creo en el dicho “trata, y trata otra vez”. Pero la forma en que lo leo es: “Trata, luego detente y piensa. Y entonces trata de nuevo».

«Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él, diciendo: Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar» Lucas 14:28-30.

Reconocer

¿Has hablado con alguien que al cometer un error, y ser remendado por ello, no reconoce ni admite el hecho? No importa lo que digas, él o ella se mantienen negándolo y tratando de justificar su afirmación, lo que nos hace parecer como retrógrados.

«Si el hombre sabio contendiere con el necio, que se enoje o que se ría, no tendrá reposo» Proverbios 29:9.

Si esta actitud se transforma en un hábito, no logrará salir del fracaso en su vida. El general Payton C. March dijo: «Cualquier hombre que se valore de serlo defenderá lo que cree correcto, pero se necesita un hombre aún más grande para reconocer instantáneamente y sin reservas que estás en un error». Nadie podrá encontrar la salida del fracaso si sigue negando lo que hace.

Darse Por Vencido

Si permanecemos en la carretera del fracaso suficiente tiempo, finalmente disminuiremos nuestra velocidad hasta quedarnos estancados a la orilla del camino. «El noventa por ciento de todos los que fallan no están realmente derrotados. Sencillamente se dan por vencidos». Paul J. Meyer.

Para salir del camino de fracasos continuos es necesario, primero que todo, pronunciar las tres palabras más difíciles de decir: «Yo estaba equivocado».

«Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba: Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito; conviérteme, y seré convertido, porque tú eres Jehová mi Dios. Porque después que me aparté tuve arrepentimiento, y después que reconocí mi falta, herí mi muslo; me avergoncé y me confundí, porque llevé la afrenta de mi juventud» Jeremías 31:18-19.

Tenemos que abrir nuestros ojos, admitir los errores y aceptar la total responsabilidad por nuestras acciones y actitudes equivocadas. Peter Drucker (1909-2005), experto en liderazgo dice: «Mientras mejor es el hombre, más faltas cometerá, porque tratará de hacer más cosas nuevas. Yo nunca promovería a la posición más alta de trabajo a un hombre que no esté cometiendo errores… porque sin duda se trata de un mediocre».

He aquí una serie de reflexiones acerca de lo que son los errores:

1. Mensajes que nos realimentan acerca de la vida.
2. Interrupciones que nos hacen reflexionar y pensar.
3. Señales en el camino que nos indican la dirección correcta.
4. Pruebas que aumentan nuestro proceso de maduración.
5. Afirmaciones sobre nuestro desarrollo y progreso.


«Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra»
Proverbios 13:18.

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