29 de septiembre de 2008


Resuélvenos los Problemas… ¡Pero Salva a Nuestros Cerdos!

Tema "ENFA" 27/9/08
Andrés Espejo Giacaman
Director Sede Providencia

Mateo 8:28-34. Cierta vez, cuando Jesús fue a la región de Gadara, un par de hombres poseídos por demonios le salieron al encuentro. Él echó fuera de ellos demonios y los arrojó a un hato de cerdos. Los cerdos se precipitaron al mar y murieron ahogados. Hasta que llegó Jesús, había un problema real en esa comunidad. Cada vez que alguien iba cerca del cementerio, los hombres poseídos salían, salvajes y desnudos, y lo atacaban. Pero la gente no se sintió feliz cuando sus cerdos se ahogaron, aunque con ellos también habían desaparecido los demonios. Querían librarse de los hombres poseídos, pero no querían perder sus cerdos.

Estas personas son como los que quieren que Dios resuelva sus problemas sin que a ellos les cueste nada. Quieren todas las soluciones, pero que sean gratis.

Hay algunas observaciones acerca de este incidente que son evidentes:

1.- La gente misma no estaba dispuesta a pagar el precio necesario para que fuera solucionado su problema. Creo que esa es la lección más obvia. Ellos querían salvar sus cerdos.
2.- También es interesante para mí que los hombres que estaban poseídos no habían querido dejar esa región. Marcos 5:10. Querían quedarse allí mismo. Obviamente, sabían que era un buen lugar; habían encontrado presas fáciles en esa área. Decápolis = 10 ciudades. Antigua confederación de 10 ciudades en la frontera oriental del Imperio Romano en Siria y Judea, creada alrededor del año 63 a.C., para el fomento de la cultura, el comercio y la defensa mutua. En términos generales, en estas ciudades convivieron dos culturas: la helenista y la semítica. Esto trajo muchos conflictos. Los habitantes griegos estaban choqueados por la práctica de la circuncisión, mientras que los semitas estaban molestos porque los helenos aceptaban el homosexualismo y otras prácticas sexuales similares.

Nosotros no queremos ser controlados con cambios o problemas. Aun cuando Dios mismo los trae a nuestras vidas, queremos escapar de ellos. Deseamos ser liberados sin que eso nos perturbe. Queremos los beneficios sin pagar la cuenta. Queremos éxito sin sacrificio. Pero las cosas no son así. No podemos darnos el lujo de dejarnos llevar a un estilo de vida que coloca al reposo por encima de los resultados. Debemos recibir los cambios que el Espíritu Santo nos presenta y aceptarlos según sus condiciones y no según las nuestras. Y depende de nosotros marcar el paso para quienes nos siguen, cualquiera sea el costo.

Hablemos de los costos del liderazgo. ¿Qué precio debemos pagar, realmente, para tener credibilidad, poder y autoridad en nuestro liderazgo?

Liderazgo es incomodidad

Proverbios 6:9-11. Vivimos en una cultura que adora la comodidad. Durante este siglo hemos visto la más grande derrota de la incomodidad de toda la historia de la raza humana. Hemos aprendido a controlar nuestro ambiente con calefacción central y aire acondicionado. Hemos aprendido a controlar el dolor, la depresión y el estrés. Hasta fabricamos antídotos electrónicos para el aburrimiento, como la televisión y los videojuegos. La mayor parte de estas cosas son para bien, pero lamentablemente nos han creado la impresión de que el propósito de la vida es lograr un estado de nirvana, una total ausencia de lucha o tensión. El énfasis está en consumir, no en producir; en el hedonismo a corto plazo, más que en la satisfacción a largo plazo. Buscamos la gratificación inmediata de nuestros deseos, sin esfuerzos.

Pero la vida no es así; al menos, no para muchos, y no por mucho tiempo. Uno de los dichos favoritos de Benjamín Franklin era: “Sin dolor no hay ganancia”. La gran meta de convertirse en lo que es capaz de llegar a ser puede lograrse únicamente si estamos dispuestos a pagar el precio, y el precio siempre implica sacrificio, incomodidad, cosas desagradables e incluso dolorosas. Job 5:6-7.

La cultura de la gratificación


¿Cuáles son algunas de las señales que nos demuestran que nuestra sociedad actual está en búsqueda constante de gratificación? ¿Qué tal los restaurantes de comidas rápidas? ¿Las tarjetas de crédito? ¿Las clínicas especializadas en abortos? ¿La abundancia de abogados especializados en divorcios? La lista continúa. Queremos jugar; no deseamos tener responsabilidades. Queremos el puesto y el sueldo, pero no deseamos trabajar.

Veamos la vida del apóstol Pablo, uno de los más grandes líderes del primer siglo. Él entendió, quizá mejor que nadie de su época, lo que es pagar el precio de resolver nuestros problemas. 2ª Corintios 11:23-29. En estos versículos Pablo describe el precio que pagó por ser apóstol, el costo de su éxito como líder. Hay tres cosas que deseo destacar en este capitulo, mientras estudiamos la relación entre el liderazgo y la incomodidad.

Pablo nos diría que nunca busquemos la comodidad. Cuando vemos todas las aflicciones que tenía derecho a reclamar comodidades. Cuando escribió acerca de las veces que fue golpeado, que naufragó y que fue abandonado, no pedía compasión. Simplemente describía las experiencias reales que había vivido. Él comprendía que si la comodidad es nuestra mayor aspiración, nos perderemos las riquezas del reino de Dios. Efesios 1:15-19.

Un profesor estadounidense hablaba con una cristiana soviética sobre el cristianismo en ambos países. La mujer rusa comentaba la diferencia entre recibir a Cristo en los Estados Unidos y recibirlo en la Unión Soviética. En Estados Unidos, el nuevo creyente entra a un templo confortable con un banco blando, mientras que en la Unión Soviética el nuevo creyente se prepara para morir. Pablo nos dice que no busquemos la comodidad. Una persona no puede comprometerse con la comodidad y al mismo tiempo comprometerse con Cristo.

Nunca nos permitamos tener un plan alternativo. No se refiere al aspecto administrativo. Los líderes que son sabios reconocen que algo puede salir mal, y deben cubrirse con planes alternativos; pero esto no es una lección sobre administración. Esto es una lección sobre cómo pagar el precio. No hay plan alternativo en lo que respecta al compromiso: o estamos comprometidos, o no lo estamos. Deshágase de las señales de “salida” en su vida. Mientras haya un camino de salida, un escape para casos de incendio, nos sentiremos tentados a utilizarlo en lugar de pagar el precio. No es necesario sobrevivir. Pablo no necesitó sobrevivir. No tenía planes alternativos que le permitirán escapar. Hebreos 10:38-39.

Nunca caigamos en una mentalidad de “mantenimiento”. En ninguna parte encontramos que Pablo estuviera satisfecho con sólo “mantener” el trabajo realizado. Él nunca se conformó con lo bueno, cuando podía trabajar por lo mejor. Continuó esforzándose, sin dejar que sus colaboradores hicieran el trabajo que le correspondía a él. 2ª Tesalonicenses 3:10. Pablo no tenía una mentalidad de “mantenimiento”; su meta no era simplemente que las cosas continuaran como estaban. Estaba dispuesto a hacer olas y a no caerles simpático a algunos, aunque eso le costara incomodidades. No se contente con “continuar” cuando lo que necesita hacer es esforzarse para avanzar. 1ª Corintios 4:16-21.

Fotos: Gentileza Getty Images

22 de septiembre de 2008


Yo nací el 29/09/2007

Por Marcelo Cubillos N.
PEC Providencia.

Viernes 14 de septiembre de 2007
Aún recuerdo esa angustiante sensación de arrebato, dolor y de asfixia en el alma.
Aún recuerdo como se desangraba mi corazón en llanto y desesperación.
Hoy ese recuerdo, es sólo eso, un recuerdo... gracias a Dios.

El próximo lunes 29 de septiembre se cumple un año en que el versículo de Apocalipsis 3:20 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, y él conmigo”, se cumple a cabalidad.

Aún recuerdo ese cálido y atribulado día de primavera, era el sábado 29 de septiembre de 2007. Maciel me había invitado al Distrito, para “conversar” sobre lo que me había sucedido (mi abrupta separación). La invitación original llegó por "casualidad" un par de días después de mi quiebre, y nada tenía que ver con Dios. Era una invitación a un evento que organizaba su productora. El e-mail que por "suerte" recibí, fue respuesta a un correo que envié a todos mis contactos por el cambio de número celular. Su correo decía:

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Asunto: Invitación
Fecha: Miércoles 26 de septiembre de 2007


Hola Marcelo!! Qué bueno saber de ti!!

Ya apunté tu teléfono... Genial que me hayas escrito. Ocurre que por mi Productora, Verídica, tenemos un evento en el anfiteatro de Telefónica este domingo 30 a las 19:30 hrs. Me gustaría mucho que fueras, se trata del estreno de un cortometraje basado en el universo de George Lucas...

...en fin te envío la invitación, pero por favor confirmame tu asistencia a más tardar este viernes porque las locaciones han tenido una alta demanda...

PS: Obviamente, aunque la invitación sea para una persona si Cata desea ir, por supuesto que puede. Manejaremos el control de entradas vía listas con nombres, sólo confirmame, asegurame tu presencia y estás dentro.

Bendiciones.

Maciel.-

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Cuando lo vi en mi computador, fue un destello. Más aún que el asunto del correo decía: Invitación. Era el Señor que me estaba invitando. Inmediatamente vomité mi desesperación y mi arrepentimiento, respondiendo a su invitación con una redacción torpe, pero muy sincera. Este es un extracto de mi respuesta:

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Asunto: RE: Invitación
Fecha: Miércoles 26 de septiembre de 2007

Maciel, amigo...he pensado en ti estos días, necesito de tu oración, estoy viviendo un muy mal momento, el más difícil de mi vida

... no sabes cómo en estos días me he acercado a Dios, leyendo con tal devoción los Salmos, me han dado tanta paz, amigo, necesito de tu oración, tus consejos...

...no quiero desfallecer, no quiero caer, quiero estar firme a Dios, sé que Él todo lo puede, desde estos días ha de cambiar mi vida para siempre...

...es tan doloroso amigo, te ruego por Dios, por su nombre eterno Jehová, que ores con tanta fuerza como yo lo estoy haciendo...


Amigo, me encantaría verte...

Un gran abrazo y que Dios te bendiga mucho...

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Gracias a Dios, Maciel respondió a este desesperado llamado invitándome al distrito a conversar. Ahora que lo vuelvo a leer, veo que mis palabras destilaban una forma muy cristiana de clamar, sin haber recibido a Cristo anteriormente.

Fecundación

1994-1995
Yo sabía que Maciel era Cristiano, en la universidad contaba de sus actividades en el MUC, de hecho una vez, allá por el año ‘94 ó ‘95, me invitó a un tema sobre el "Poder Oculto de la Música” en el distrito Jofré; recuerdo perfectamente ese video, en mi interior me reía, lo encontraba tan exagerado y absurdo que para ser franco, lo tomé como un chiste. Más aún cuando se pusieron a cantar, saltar y aplaudir como locos, mientras Maciel tocaba con gran fruición la batería.

Náuseas

También recuerdo que lo maldije, lo increpé y lo insulté con garabatos de grueso calibre porque no podía quedarse a trabajar en la noche para un proyecto de taller agencia en la Universidad. Maciel privilegió su “secta”, como alguna vez pensé.

En esa época yo usaba el pelo hasta la mitad de la espalda, vestía de negro, de pensamiento anarquista y algo recalcitrante en mis opiniones, de música oscura y anticristiana (sin ser necesariamente anticristiano)…y Maciel, era mi compañero, amigo y dupla creativa. No se cómo me aguantó tanto. Hasta trabajamos juntos en nuestros imberbes años tratando de hacer publicidad. Lo hicimos bien como dupla. Siempre tuvimos un vínculo especial. Pero éramos distintos.

Antojos

Siempre manifesté una inquietud por saber la verdad, siempre que podía conversaba horas con los Testigos de Jehová. Tuve un vecino adventista con quien discutíamos sobre la Trinidad. Tuve una compañera evangélica, otro que era mormón. Hasta hice entrar a los Elder a la casa y conversar sobre José Smith y el rarísimo Libro de Mormon o también llamado "el otro testamento de Jesucristo". Independiente de que algunas sean sectas o no; mi inquietud pasaba sólo por lo intelectual y racional. Pero algo me indicaba que la verdad sólo estaba en la Biblia.

Contracciones

Recuerdo una mañana cuando llegó a la agencia y me mostró con tanta emoción su nueva Biblia. Me dijo en su singular estilo: Cáchate, es ultra fina, toca el papel, ¡pero toca! Mira las tapas son de cuero!” Tomé su Biblia y claro, estaba buena, pero para mi era eso nada más, una Biblia.

Luego de 2 ó 3 años trabajando juntos (1997-1999), cada uno tomó caminos profesionales distintos. Pero entre el 2003 y el 2005 mantuvimos un contacto por un proyecto que él deseaba desarrollar. Era una interesante idea que me planteó, donde la palabra "Dios" daba vueltas por ahí. Con algo de recelo acepté, me involucré y con mucho profesionalismo respondí; pero nunca llegó a puerto. El Señor estaba preparando el camino.

Dolores de Parto

Semana del 18 de septiembre de 2007.
Ese larguísimo fin de semana nos íbamos la cata, la cony, mi madre y yo a un matrimonio en Concepción. Todo murió un día antes.

A una de las primeras personas que le conté fue a mi jefe. Me vió tan mal que me dijo: "Chelo no te quiero dejar solo, me da miedo. Te invito a Vichuquén". No lo pensé mucho y acepté con una angustia enorme. Y aquí viene lo anecdótico, armé mi mochila, y lo último que eché fue una Biblia Pastoral Católica y una cajita con marihuana...el medio pack!

Fue el fin de semana dieciochero más tortuoso, fatídico y desesperante que he vivido. Una noche, solo en esa cabaña, tomé la Biblia, la abrí y algo me obligó a cerrarla. Miré las vigas y me puse a llorar. Los pensamientos más satánicos pasaron por mi cabeza.

Domingo 23 de septiembre de 2007.
De vuelta en Santiago, me fui a la casa de mi madre. Ellas ya no estaban (mi esposa e hija) y no quería estar solo en mi casa, masticando la angustia y los deseos de desaparecer. Mi madre me invitó a la misa del domingo, fui, me senté a escuchar a el cura durante una hora y ¡nada! Un frío atroz me inundaba en ese lugar. De vuelta en casa, almorzamos y me tiré en la cama de mi mamá a llorar. Mi madre con un tono bien tierno y muy triste me dice: “¿Mijito no le hizo nada la misa?”. Quería estar solo. De repente y de la nada empieza a sacar unos libritos de lectura católica, un libro de rezos muy antiguo, de hojas amarillentas y de olor húmedo, y luego me pasa un libro de tapa azul, con una inscripción en letras doradas se leía: Nuevo Testamento, incluye Salmos, y más abajo “Los Gedeones. Lo abro y caigo "justo" en Salmos y empiezo a leer. Algo raro pasó en ese momento, algo sobrenatural empezó a actuar en mi. Todo lo que estaba ahí era para mí, no había duda. Lo termino de leer completo, llamo a mi viejita y le pido que se acueste a mi lado y que escuche. ¡Y leí el libro de Salmos nuevamente y en voz alta!

Alumbramiento


Sábado 29 de septiembre, 2007.
Mientras me dirigía al distrito, aceptando sin más la invitación de Maciel, sentía como que algo iba a pasar. Yo iba mal, estaba mal, muy mal. Me recibió con un abrazo y subimos a una salita chica con unos sillones. Mientras me hablaba, no entendiendo nada, miraba un cuadro en particular que hay en ella. En mi fuero interno me decía: “Esto es lo mismo de siempre, esto ya lo sé, la Biblia, la Biblia, la Biblia, que la palabra, que el versículo tanto. ¡Yo necesitaba algo más!, ¡necesitaba que me arrebataran el dolor y la angustia nauseabunda y la taquicardia que tenía! ¡quería entregar mi desesperación!”. Después de casi una hora, me hizo bajar a la sala del MIC, nos sentamos en las sillitas y me dijo: "Marcelo ¿quieres recibir a Cristo en tu corazón?" Y escuetamente le respondí con un entrecortado "Sí". Puso su mano en mi cabeza, y me pidió que repitiera una oración. Mientras lo hacía, entre sollozos sentía cómo el Espíritu Santo se apoderaba de mi (en ese momento no entendiendo nada, me entregué a la ministración) Cuando finalizamos, me paré, lo abracé y le dije llorando: Maciel, perdóname, porque una vez te maldije”…Me miró, sonrió y me dijo: olvídalo, ni me acuerdo”.

Hoy a casi un año de mi nuevo nacimiento, puedo decir que Dios pone a las personas en el lugar preciso. Dios Existe, Dios es Real, DIOS PERDONA SI TE ARREPIENTES DE CORAZÓN, Dios hace hombres nuevos...Dios salva. Nada es azar, nada es suerte, nada es casualidad, nada es coincidencia. Dios está esperando por sus hijos, Dios está esperando a su pueblo y a través de su Hijo Jesucristo puedes NACER DE NUEVO. Mi hija y mi esposa, estoy seguro, también volverán a nacer. ¡Amén!

“Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu,[a] espíritu es.

No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”
Juan 3:3-7

Feliz Cumpleaños Chelo.

15 de septiembre de 2008


SI HAY QUE SUFRIR… ¡SUFRAMOS!

Por Loreto Tabilo
PEC Providencia

“Ver que cada día se cometen injusticias, que los amores se ven traicionados y que la desesperanza es nuestra compañera se han tornado más habituales de lo común. Pero cuando esas injusticias, traiciones y destemplanzas se vuelven contra nosotros, todo, absolutamente todo se priva de trascendencia… de eternidad. Los miedos, las dudas y la negación gobiernan nuestras decisiones más inmediatas y traer luz a nuestra conciencia es cada vez más difícil ¿Cómo vencernos?”

Estoy viviendo una situación laboral un poco dramática, llena de injusticias por donde se le mire, es tan obvio que la incertidumbre a todos los que trabajamos allí, no importando los años de lealtad y servicio, nos tiene al borde de la división, de la venganza, de la decepción y la desazón, y me incluyo. La cordura escasea, ni hablar de tolerancia o de esperanza… ¿cómo el dolor logra desarticularnos de esa manera?, ¿cómo es que la fragilidad en ciertas relaciones queda en evidencia?, ¿cómo es posible que sienta que nos meten el dedo en la boca?, ojo que no estoy haciendo ningún tipo de juicio, sólo explicito lo que es un secreto a voces... lo que experimento en aquel lugar donde Dios me permite ser feliz y colocar al servicio el don y talento perfectible que atesoro y agradezco.

Pero como en cualquier ámbito y relaciones de nuestra vida uno nunca deja de ser cristiano(a), por más que se nos salga el deseo innegable de hacer justicia, de cuestionar abiertamente decisiones, valores y éticas, y probablemente no de la mejor manera… es aquí que debo mirar el vaso medio lleno, el lado B del asunto. Sin duda esta situación es muy dolorosa, primeramente porque creo plenamente en que las instituciones las hacen las personas, su esencia y compromiso, y cuando esos elementos son desarraigados injusta y violentamente no puedo dejar de pensar en la ilegalidad de todo esto. Segundo, la indignidad en las formas, en el trato… hasta el punto de sentir que a nadie le importas como profesional, solo que seas parte del “negocio”

Es aquí cuando me hace sentido lo que un escritor cristiano dice: “—al vernos enfrentados al dolor— un poco de valentía ayuda más que mucho conocimiento; un poco de comprensión, más que mucha valentía, y el más leve indicio del amor de Dios, más que todo lo demás.” (C. S. Lewis.)
Y es que la diferencia gravitante que marca nuestras vidas tiene nombre de Salvador, quien nos redime de cualquier clase de inmoralidad y con mayor razón de la propia. Es el Señor con su extraordinario poder quien toma el control de nuestras vidas y eso incluye nuestras circunstancias, relaciones y posiciones.

Y es que así cualquier tipo de prueba cobra otro giro, sobre todo mirada desde la óptica espiritual, desde ese lenguaje que sólo nuestro hombre y mujer interior es capaz de hablar y leer.

Santiago 1:2-4
Hermanos míos: considerad un gran privilegio siempre que os veáis involucrados en toda clase de pruebas; porque sabéis muy bien que la prueba de vuestra fe produce una constancia a toda prueba. Y dejad que esa constancia alcance su plenitud haciéndoos perfectos y completos y en nada insuficientes.

El Señor me invita y te invita a comprender in situ el significado de nuestros dolores, preocupaciones y pruebas. Debemos sentirnos felices cuando pasemos por toda clase de dificultades… como lo leen… felices. Habrán pruebas en que el dolor y las desilusiones tratarán de quitarnos la fe, de robarnos aquellas promesas que con tanto anhelo esperamos verlas cumplidas a cabalidad en nuestras vidas y dudar de quién sustenta todas las cosas. Pero vendrá también aquella clase de pruebas “seductoras” que tratarán de inducirnos, punzarnos e incluso alentarnos a deponer nuestro caminar hacia la plenitud de Cristo. Pero ojo, que nada de eso nos viene para hundirnos, sino para PERFECCIONARNOS, haciéndonos por medio de la experiencia, idóneos para la labor y el servicio que Dios tiene para cada uno en lo particular. Segundo para COMPLETARNOS, de manera que vivamos el día a día en forma vencedora y así, dicho sea de paso, estructurar nuestro carácter como el de Cristo. Tercero hace que nada sea INSUFICIENTE, desplazando nuestras debilidades y ayudándonos a conquistar territorios subyugados al pecado, de forma que cada día nuestro hombre y mujer espiritual se vea fortalecido(a), capaz de afrontar cualquier otra circunstancia. Finalmente incluso CORONARNOS…


Santiago 1:12
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.







¡Feliz el que se enfrenta con la prueba con firme constancia! (Nótese que nuevamente escribí Feliz) Porque cuando haya dado muestra de su auténtica valía, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a los que le aman. ¿Qué difícil prueba de amor?, ¿qué difícil ejercicio de paciencia?, esa que merma en aquellos días de desasosiego. Pero saben, hay una recompensa en nuestro pesar, Dios lo señala claramente, una CORONA. Corona que se les reserva a los reyes, de metal refinado para aquellos que merecen la distinción y el reconocimiento. Un emblema de honor y dignidad. Honor de que el Señor pelee la batalla por nosotros y nos haga vencedores, victoria que el resto no puede ganar. Y dignidad porque Dios nos regala la maravillosa oportunidad de vivir una nueva clase de vida mediante Jesucristo, una VIDA EN ABUNDANCIA.

1° Pedro 1:6-7 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.


Entonces, si el sufrimiento, las preocupaciones, es decir las pruebas son buenas, ¿no deberíamos buscarlas con afán, en lugar de evitarlas? Todos estamos de acuerdo que ni el dolor, el tormento, el desasosiego no es bueno en sí. Lo bueno de cualquier experiencia, para quien lo experimenta, es su abandono en la voluntad de Dios, y para los espectadores, la compasión que despierta y los actos de misericordia a los que conduce.

2º Corintios 4:17-18 “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros una cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”.

No olvidemos tener una actitud apropiada, reconociendo que en las pruebas, por más dolorosas que estas sean nos podrán hacer acreedores de una terrible desazón y temor; o de la madurez y la sabiduría necesarias para que, combinadas con la fe y la autoridad que Dios nos dio, enfrentemos cada día y su afán como lo que son, la oportunidad de honrarle y de ser perfeccionados de gloria en gloria.


8 de septiembre de 2008


IGLESIA DE CRISTO LEVÁNTATE Y COMIENZA A ORAR

Por Iván Olivar
PEC Providencia

Dolor. Angustia. Conflicto en las relaciones. Promiscuidad. Infidelidad. Abusos de todo tipo. Parricidios. Hijos contra padres. Padres contra hijos. Sin afecto. Desconsuelo. Mentiras. Desenfreno. Locura. Soledad. Melancolía. Mundanalidad en la iglesia. Iglesia débil. Agotamiento. flaquezas. Desánimo. La tecnología. La salud. La tecnología ayuda. Secuestro de niños. La tecnología ayuda. Economía. La tecnología ayuda. Medios masivos de comunicación. La tecnología ayuda. La Ciencia Avanza. La tecnología ayuda. Cambios. EL CHIP. La tecnología ayuda. No creer en la venida de Cristo. La tecnología ayuda. Queda poco tiempo y la tecnología, esta vez no ayuda...

Apocalipsis 22
12 «¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho.
13 Yo soy el Alfa y la Omega, el Primero y el Último, el Principio y el Fin.


¡YO VENGO PRONTO!

¡YO VENGO PRONTO!

¡YO VENGO PRONTO!
Jesús de Nazareth
¿Dónde encontraremos refugio?
R: En La Roca de nuestra salvación

¿Cómo encontramos esta Roca Alta?
R: Por el camino de la Oración.
IGLESIA DE CRISTO LEVÁNTATE Y COMIENZA A ORAR.

LEVÁNTATE COMO LAS ÁGUILAS.
ADOREMOS AL GRAN REY.
LA SANGRE PODEROSA DE CRISTO HA VENCIDO.
SOMOS LIBRES.
EL NOMBRE DE CRISTO ES POR SOBRE TODO NOMBRE.
“ÉL ES EL SEÑOR DE SEÑORES, ÉL ES EL REY DE REYES. ÉL ES DIGNO. EL ES SANTO. ALELUYA. HA DERROTADO AL ENEMIGO…”

¿La vida, la muerte, los ángeles, los espíritus, lo presente, lo futuro, los poderes del cielo, los del infierno, lo creado por Dios?

¿QUIÉN NOS SEPARARÁ DEL AMOR DE DIOS?

Romanos 8
38 Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida, ni la muerte, ni los ángeles, ni los espíritus, ni lo presente, ni lo futuro, 39 ni los poderes del cielo, ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!
Ahora tú puedes añadir todo aquello que te aflige, que te angustia, que te enoja, que te desespera, que roba tu paz, que te aleja del Señor.

Todo esto y aun más ¿PODRÁ SEPARARTE DEL AMOR DE UN PADRE “QUE SÍ AMA”, “QUE SÍ AMA”, “QUE SÍ AMA” y lo repito, “QUE SÍ AMA”, DE VERDAD?


El es un Padre Amoroso, un Salvador Amante, nuestro Héroe.

Padre celestial tu conoces mi corazón, mis pensamientos e incluso lo que me es oculto de mi, y yo sé que sólo tu Sangre Poderosa puede limpiar mi vida.

Señor te entrego mi Ser y todo lo que Soy. Hazme de nuevo, renueva mi Ser, mi mente, mi espíritu. Libra mi alma de las prisiones espirituales. De los pensamientos tortuosos y de los engaños. Yo Renuncio a toda potestad e influencia de las tinieblas en el nombre de Jesucristo.
SEA LIBRE POR LA AUTORIDAD DE JESÚS, LA SANGRE DEL CORDERO Y ADORE...

Apocalipsis 4
11 «Digno eres, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por tu voluntad existen y fueron creadas.»

1 de septiembre de 2008


Cómo Sanar Nuestra Autoestima Deficiente

Por Cristián Laval
Director Distrito Recoleta

Es asombroso el modo en que la imagen que tenemos de nosotros mismos influye en nuestras acciones y actitudes y, especialmente, en nuestras relaciones con las otras personas.

Cuando no tenemos un buen concepto de nosotros mismos:
• Nos vemos impedidos de dar y vivir agradecidos de Dios por el don de la hermosura.
• Nos impide ver la realidad.
• Nos impide desarrollar relaciones verdaderamente afectuosas.

¿En qué consiste la imagen de uno mismo o la estimación propia?

La imagen que tenemos de nosotros mismos está basada en el sistema completo, de imágenes y sentimientos acerca de nosotros, adquirido a lo largo de nuestras vidas. Dice la Biblia: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es el” (Proverbios 23:7). El modo en que nos vemos y nos sentimos en lo profundo del corazón, es nuestra personalidad, es lo que somos y lo que llegamos a ser.

Lo que vemos y sentimos determina nuestras relaciones con Dios y con las demás personas.


Los tres componentes esenciales para una imagen sana son:

1.- El sentimiento de aceptación

Sentirse "aceptado" es la percepción de ser querido, cuidado y disfrutado. Nuestro sentimiento de ser aceptado se establece fundamentalmente en la infancia. Los niños desarrollan el sentido de ser parte de su ambiente cuando los padres cariñosos anticipan sus incomodidades y afectuosamente les brindan lo que necesitan. “Sentimiento de ser amado”; es, simplemente, el darse cuenta de que se es querido, aceptado, que otros se interesan en uno, gozan con uno y lo aman. Todos, niños y adolescentes, al igual que los adultos quieren sentirse aceptados, merecedores y competentes.

2.- El sentimiento de valor

Sentirse de valor es sentir que "Soy bueno" o "Cuento para algo" o "Tengo razón". Nos sentimos de valor cuando actuamos como debemos. Verificarnos que valemos cuando percibimos las actitudes positivas de los demás hacia nosotros y su aprobación sincera de nuestras acciones. Cuando los demás no nos dan su aprobación sino que nos critican, sentimos que ya no valemos. Esto es tan importante porque cuando creo que soy de valor también creo que tengo algo que ofrecer.

3.- El sentimiento de competencia

Este es el sentido de ser suficiente, de ser valiente o de tener esperanza, de ser lo suficientemente fuerte como para llevar a cabo lo que corresponde en las situaciones que la vida depara diariamente. Es ese sentimiento de que: “Puedo hacer esta tarea, puedo hacerme cargo de esta situación, soy capaz de hacer frente a la vida”. Sentirse verdaderamente competente es reconocer tanto las habilidades como las debilidades de uno. Sentirse competente empieza a desarrollarse en los años de la preadolescencia, pero se va convirtiendo en una actitud más fija hacia el final de la adolescencia. El sentido de ser competente se ve afectado positivamente por los éxitos y negativamente por los fracasos a lo largo de la vida.

Las fuentes de la imagen de uno mismo

Encontramos cuatro factores que contribuyen a que la persona construya la imagen de sí mismo: el mundo exterior, el mundo interior, Satanás con todas las fuerzas del mal, y Dios y su Palabra.

1.- El mundo exterior
El espejo social:

La visión que tenemos de nosotros mismos proviene del espejo social, de las percepciones, opiniones y paradigmas de los que nos rodean:

• Siempre te retrasas
• Increíble, ganaste
• Comes como cerdo
• Tienes que ser un artista
• Esto es simple, cómo no lo entiendes

De este mundo exterior vemos imágenes y sentimientos sobre nosotros mismos. Decidimos lo que somos a partir de nuestro primer sistema de relaciones, por la manera en que somos tratados, se nos cuida y se nos quiere. El mundo externo incluye todos los factores que han entrado en nuestra constitución: el nacimiento, la infancia, la niñez, la adolescencia. El mundo exterior es nuestra experiencia de la vida tal cual es hasta el momento presente. Nuestra experiencia del mundo exterior nos dice como fuimos tratados, como fuimos criados y cuales eran nuestras relaciones con las personas en nuestros primeros anos de vida.

Pablo nos enseña acerca de esto, al hablar del crecimiento de nuestros primeros años de vida. (1 Corintios 13:9-12)

El conocimiento que tenemos de nosotros mismos es solo parcial ya que este viene de imágenes y sentimientos. Este conocimiento lo recibimos de espejos; espejos que distorsionan nuestra imagen. Estos espejos son nuestros padres, hermanos, abuelos, personas importantes en nuestra vida desde niño. Lo que somos lo buscamos dentro de la familia y también lo hacemos por fuera.

Si un padre no dedica tiempo a su hijo, le manda un mensaje importante: “No tienes ninguna importancia para mí. Tengo otras cosas más importantes que hacer”. Este mensaje frena su potencial y sabotea el servicio a Dios. Hablamos del potencial para hacer el bien y ayudar a otros.

La niñez ha sido el periodo de la vida donde Dios ha deseado construir las habitaciones del templo donde Él ha querido vivir.


Han sido los padres los que han tenido el gran privilegio y la gran responsabilidad de dar el diseño básico del templo: la imagen que tiene toda persona de sí misma.

Cuando una persona esta convencida de su poco valor, pondrá poco valor en lo que dice y en lo que hace. Porque le damos mucha importancia a cosas que realmente no las tienen. Por una única razón: buscamos desarrollar una estima propia adecuada a través de las cosas creadas y no a través del Creador.

Cuando uno descubre que es hijo de Dios, deja que el amor y la gracia entren a raudales en su vida y se lleven los sentimientos e imagen de gusanos y langostas que pudiéramos tener.

2.- El mundo interior o de dentro:

La Biblia deja bien claro que no somos meramente víctimas. Todos venimos arrastrando una naturaleza pecaminosa y somos responsables de lo que hacemos con lo que arrastramos. Hay que agregar a esto lo que hemos recogido (somos verdaderas grabadoras pero muy malos interpretes de lo que grabamos). Debido a nuestro gran egocentrismo interpretamos muy mal lo que hemos incorporado, y esto afecta la imagen que formamos de nosotros mismos.

3. Satanás con todas sus fuerzas:

A nuestro mundo externo y al interno sumamos a Satanás, que usa nuestros sentimientos de auto desprecio como una gran arma en los tres papeles que el juega: Satanás es un mentiroso (Jn. 8:44), él es el acusador (Ap. 12:10) y él es quien ciega nuestra mente (2 Co. 4:4), para derrotar a los cristianos e impedirles que desarrollen su pleno potencial como hijos de Dios.

4.- Dios mismo:

Todos nos movemos desde una imagen propia deficiente hacia la nueva imagen que tenemos en Cristo. Nos apartamos de la enfermedad hacia la cura.

Corrigiendo el conocimiento que de Dios tenemos, pero defectuoso


Es imposible pensar mal y al mismo tiempo vivir bien. No podemos creer mentiras, que de veras lo son, y practicar la verdad. La verdad es que el auto desprecio no es verdadera humildad cristiana y va en contra de las mismas enseñanzas básicas de la fe.

El mayor mandamiento es que amemos a Dios con todo nuestro ser. El segundo mandamiento es una extensión del primero: que amemos al prójimo como nos amamos a nosotros mismos. Aquí tenemos tres mandamientos y se relacionan uno con otro siendo el más importante y principal amar a Dios.

Amarse o amor propio no es equivalente a egocentrismo sino una estimación o evaluación recta y apropiada de uno mismo. Esta es la base del amor hacia las demás personas.
Dios dijo que cuando le amamos a El, cuando nos amamos a nosotros mismos y a los demás hemos cumplido toda la ley de Dios (Mt. 5: 43-48)

Algo sobre el matrimonio

La estimación propia correcta, declara el apóstol Pablo, es la base de una de las relaciones más importantes e íntimas de la vida, la del esposo y la de la esposa en el matrimonio (Efesios 5:28-29). El amor que un hombre da a su esposa es la extensión del amor que se tiene a sí mismo, dirigiéndolo a ella. Una estimación y cariño por uno mismo, y el darse cuenta del valor propio, son esenciales si uno quiere ser una buena esposa o un buen esposo.

Una estimación propia correcta es esencial para tratar bien al prójimo. ¿Cuál es la advertencia de Pablo?: “que cada creyente que está entre vosotros, no tenga mas alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura” (Ro. 12:3). La cordura nunca se excede o se queda corta en la estimación. Es Satanás el que confunde y nos ciega sobre este punto.

Realidad de una baja estima

• La persona con una estimación propia deficiente se vuelve egocéntrica en extremo. Esto no significa que sea una persona egoísta, sino egocéntrica porque siempre se esta mirando a sí misma. Busca de los demás y los puede servir, pero siempre busca la alabanza de los otros por lo que hace. Puede parecer que ama a los otros, cuando, en realidad, los está usando para asegurarse de que todo va bien.

• La persona con una estimación propia deficiente está tratando de afirmarse, siempre tratando de demostrarse. Son personas que tienen la necesidad de estar siempre en lo cierto y hacer sentir a los demás que no lo están.

Recibiendo la estimación propia de Dios

Nuestra responsabilidad es desarrollar una imagen sana, una imagen de nuestro valor a partir de Dios y no de las imágenes falsas que nos llegan del pasado. Todo lo que hoy hacemos es a partir de nuestro pasado y de escuchar a Satanás, sus mentiras, sus acusaciones y no dejarnos ver lo que de veras somos cegando nuestro entendimiento.

Satanás hace uso de todas sus mentiras, falsedades, rebajamientos y desprecios que uno ha recibido en el pasado para mantenernos atados a sentimientos y conceptos no sanos respecto de nosotros mismos.


Preguntas importantes que nos debemos hacer:

¿Qué derecho tengo a despreciar o rebajar a alguien a quien Dios ama tan profundamente?

Cuando decimos que no nos aguantamos a nosotros mismos estamos insultando a Dios y a su amor. Cuando despreciamos su creación, decimos en realidad que no nos gusta el diseño o que no nos importa mucho el Autor. Llamamos inmundo lo que Dios llama limpio.

¿Qué derecho tengo a despreciar o rebajar a alguien a quien Dios ha honrado de modo tan grande?

El nos ha honrado dándonos un título y una posición dentro de su familia.

¿Qué derecho tengo a despreciar o rebajar a alguien a quien Dios estima de modo tan alto?

En la experiencia humana es raro que un hombre de algo por otro, menos la vida, incluso si este es un buen hombre. La gran prueba de amor de Dios es que siendo nosotros aún pecadores Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:7-8,11). Dios ha declarado el valor que tenemos. Somos alguien a quien Dios considera de un valor tan alto que ha dado la vida de su propio Hijo para redimirnos.

¿Qué derecho tengo a despreciar o rebajar a alguien para quien Dios ha hecho una provisión tan abundante?

Algunos pasajes sobre la provisión de Dios para nosotros. (Mt. 7:11, Filipenses 4:19 ) No da la impresión que El quisiera que nos aborrezcamos o que nos sintamos inadecuados.

¿Qué derecho tengo a despreciar o rebajar a alguien a favor del cual Dios ha hecho planes tan cuidadosamente?

El hizo planes contigo y conmigo antes de crear todas las cosas. El ya nos tenía pensados antes de la creación. (Efesios 1:3-5)

¿Qué derecho tengo a despreciar o rebajar a alguien en quien Dios se deleita?

El apóstol Pablo dice que somos aceptos en el Amado. (Ef. 1:6) Dios dijo de Jesús: “Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia” (Mt 3:17). La expresión “estamos en Cristo” se utiliza unas noventas veces en el NT. Dios, entonces, nos ve en Cristo y nos dice: “Tú eres mi hijo querido, mi hija querida, en quien me complazco.”

¿De dónde hemos de sacar la idea que debemos tener de nosotros mismos? ¿De las deformaciones de nuestra niñez? ¿De las heridas pasadas y las falsas ideas que han sido programadas en cada uno de nosotros? ¿Qué debemos hacer?


Escuchar la opinión de Dios con respecto a nosotros. Dejar que Él instale una nueva idea con respecto a mí, hasta que su estimación amorosa forme parte de mi vida, hasta lo más profundo de mis sentimientos interiores.

Colaboradores de Dios en la sanidad

Hemos de pasar a ser colaboradores de Dios en esta reprogramación y proceso de renovación. Recordar que esta obra es un proceso continuo. Nadie cambia de la noche a la mañana. Dice Pablo: “transformados por la renovación de nuestra mente”. (Romanos 12:2). Los verbos en este versículo representan una acción continua, y la palabra “mente” describe la forma en que pensamos, la manera en que miramos la vida (paradigmas).

El estilo de vida que llevamos es una verdadera reproducción de nosotros mismos. ¿Qué hacemos cuando alguien nos felicita por algo que hemos hecho? ¿Podemos decir: “Gracias.” “Estoy contento de que te haya gustado”, ¿o mas bien empezamos con nuestras acostumbradas expresiones despectivas, rebajándonos? Si tenemos la costumbre de vivir rebajándonos, nos costará bastante dejar de hacerlo, porque lo que uno desea es continuar con la historia de siempre.


Dejemos que Dios nos ame como Él lo quiere hacer y así amemos a otros también. Necesitamos de su amor. El problema es que por mucho tiempo hemos vivido programados para hacer y sentir lo contrario: vivir sintiéndonos rechazados y rechazando a los demás. La verdad es que es más fácil vivir como lo hemos hecho desde muy niños, porque nuestro comportamiento, nuestras conductas son espontáneas. Vivir como Dios quiere que lo hagamos es el trabajo de decidir, y esto demanda un esfuerzo que muchas veces no estamos dispuestos a pagar.

Aceptemos el día de hoy, que lo que vivimos es parte del proceso curativo de Dios, proceso que esta sanando nuestra imagen distorsionada de nosotros mismos.

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